sábado, 29 de octubre de 2016

Ella Decidió Morir Para Salvar A Su Hijo. Su Historia Te Llegará Al Corazón.








Emocionante. Una mujer renuncia al tratamiento para su cáncer para no poner en peligro la vida de la criatura que estaba gestando. Una mujer de treinta años. Un cáncer muy agresivo en su garganta. Y el consejo de los médicos: abortar y un fortísimo tratamiento. Ella claramente dijo no. No podía arriesgarse a hacer daño al hijo que venía. Falleció unos meses después. La niña nació con 24 semanas y 538 gramos de peso. Y ha salido adelante con toda normalidad.
El esposo y padre, unos días después del fallecimiento de su esposa escribía: ““Alabado sea Dios, mis amigos”, dijo él. “No dudes de Dios, no estés enojado con Él por mi causa”. “Tengo el privilegio de haber tenido una esposa que estaba tan llena del amor del Padre. Alégrense conmigo, hermanos y hermanas. Dios ha bendecido a Jessica al llevarla a un lugar de perfecta paz y sin dolor. Tengo que estar agradecido por el tiempo que tuve con ella, en lugar de lamentar todas las cosas que nunca llegamos a hacer juntos. Debemos dar gracias en todas las cosas, porque ésta es la voluntad de Dios en Jesucristo”. “Gracia y Paz a todos”.
Me emociona porque demasiadas veces aparece todo lo contrario. Niños que son abortados porque a mamá no la venía bien el nacimiento. Porque había un “cierto” peligro para la vida de la madre. Porque económicamente no podían. Porque quizá el niño naciera con alguna discapacidad. Nadie piensa en el niño.
Esta mujer fue todo lo contario. Pensó sólo en lo que venía. Y entendió que merecía la pena dar la vida por su hija. Cuando por el no nacido no damos nada, cuando vale menos que un cero a la izquierda, cuando vale la disculpa más nimia para abortar, cuando encima disfrazamos el aborto de “acto de compasión” porque pobrecito, total para vivir así… , y encima mamá podía tener un cierto peligro, y además no andamos bien de dinero…
Cuando tanta gente piensa así, el testimonio de Jessica impresiona. Nadie tiene amormás grande que el que da la vida por sus amigos, que la que da la vida por su hija. Qué impresionante testimonio

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