Aunque ya no seas mÃa
y tu nombre no se acople con el mÃo.
Te recordaré por tu alegre risa,
calmando mis dÃas de hastÃo.
Aunque ya no pueda tenerte,
rendida aquà en mis brazos.
Me daré cuenta de mi presente,
oscureciéndose con el ocaso.
Aunque te encuentres tan lejana,
como una estrella en lo infinito.
No callaré a este corazón que te ama,
porque el sabe que te necesito.
Aunque no comprenda lo que es el odio,
sabrás que vives en mis sentimientos.
Eres como la luz que lo ilumina todo,
salvándome de mis sufrimientos.
Aunque ya dejes de amarme,
será por siempre mÃo tu amor.
Será que yo no quiero olvidarte,
ni perder de mi alma esta pasión.
Aunque ya no seas mÃa
y yo sepa que eres de alguien.
Yo te amaré toda la vida,
en mi silencio... pero con nadie.
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